«Es prudencia (aconsejada ya del Espiritosanto) recelar tal vez, del hijo, y mirar al subdito; porque el Principe, ó es bueno, ó malo, ó no es malo, ni bueno: si es bueno, es formidable a los malos, y de esso aborrecido: si es malo, es enojoso a los buenos, y por esso desamado: si ni bueno ni malo, ni es temido, ni es querido, de malos, ni buenos.»Dezengaños offrecidos al Catolico Principe D. Phelippe el IV. Rey de Castilla, en razon del intento injusto con que sus Ministros procuran en Roma impedir applauzos al recebimiento de la embaxada del Serenissimo Principe D. Juan el IV natural, y ligitimo Rey de Portugal dedicados, y consagrados a la Alteza Serenissima del Señor D. Theodozio Principe Heredero de las Coronas de Portugal, Algarves, y sus conquistas Señor nuestro / por Juan Monis de Carvalho Abbad de la Iglezia Parrochial de Revoredo, Commissario del S. Officio de la Inquisicion, Jues commissario de la S. Cruzada, y Vicario General en la comarca de Valencia, Arçobispado de Braga.
Antuérpia, 1642.
sexta-feira, agosto 21, 2009
O Príncipe
Subscrever:
Enviar feedback (Atom)
Sem comentários:
Enviar um comentário